Al vislumbrar el corset de plomo cambiario que se avecina para Estonia, en Tallin, debe haber más de exportador vociferando:
"Jamás pertenecería a un club que admita como socio a alguien como yo".
"Jamás pertenecería a un club que admita como socio a alguien como yo".
 
 

1 comentario:
los demás se lamentan:
otra vez sopa
de gansos que somos
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