jueves, 12 de febrero de 2009

Tengo un billete de mil


La noticia del último naufragio de Francis Smith me recordó que durante el revival de una canción suya en este milenio uno de mis hijos tararea la pregunta:
Viejo, ¿cuánto valía un "billete de mil"?

Admito mi ignorancia, y zafo a medias con el nominalista: "Mil, obvio".

Pero frente al planteo sindical encubierto de tratar de incrementar la mesada para seguir su jarana de boliche en boliche -aunque los tres me gastan por el arcaísmo-, hago los deberes acerca de la histórica fragata.

Mientras busco aquel archivo y lo actualizo, acepto propuestas.